Autor:
Jaime Bedoya Martinez
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Páginas: 69
Descripción:
Un niño aficionado
a las "Ciencias del Mar"
cuando navegaba
en su veloz lanchita,
pasó, muy cerca, arrimadito...
a un barco ballenero
y vio que estaban pescando
una ballena muy joven
que pedía auxilio
lastimeramente...
que condenaba la infamia
de muchos cazadores de ballenas
y de otros animales
que cazan inconscientemente
con el fin de hacer dinero
sin importar el daño irreparable
que se le causa a la fauna...
Sintió conmiseración
por el maravilloso
e infortunado pez,
que hacía inútiles esfuerzos
por zafarse de las garras
de estos hambrientos
y miserables pescadores.
Y sin pensarlo, dos veces,
se arrimó más al barco
y en un tono persuasivo
le dijo al capitán
con voz estentórea
y con plena convicción
de la obra humana
que sin mirar en reparos
económicos hacía, y dijo:
__Capitán,
le doy mi reloj de oro,
y este collar de fina orfebrería
y de oro engastado
en esmeraldas y diamantes,
si cura, y deja en libertad
a esa pobre ballenita
que la reclama el mar
y la conservación de la especie,
ya que en este lugar escasean...
__Trato hecho,
dijo emocionado
y al instante
el ambicioso capitán.
Inmediatamente,
bajo un experto
con un instrumental quirúrgico,
y empezó a curar y a coser
las dos heridas que
le habían hecho al animalito
muy cuidadosamente,
y además suturó muy bien
las grandes heridas
con hilo y cuero de ballena,
y le hizo una gran desinfección
y le aplicó antibióticos
que obraban muy rápido
casi en forma milagrosa
con la fe inquebrantable
del niño futuro estudiante
de las ciencias del mar
quien esperaba ansioso
que la ballenita se curase
y por ende se pudiese
salvar de esa cruel muerte
que le iban a dar
los cazadores de ballenas.
Fue un acto humano
pleno de bondad infinita
que hizo silenciar el mundo
y a los bárbaros
que habían cometido
tan espantosa crueldad.
Y si la bondad del hombre
apareciera por este mundo de Dios
se acabaría tanta injusticia
y violencia social
que merodea en todo el planeta...
